Oviedo, España, 1931

Antonio Gamoneda es una de las figuras fundamentales de la poesía contemporánea. Ha vivido toda su vida en León, donde se trasladó con su madre a los tres años, y esta ciudad ha marcado notablemente su trayectoria poética. Trabajó en el Banco Mercantil durante más de veinte años y formó parte de la resistencia intelectual al franquismo. Poeta personalísimo, el proceso de recepción de su obra fue lento y difícil. Perteneciente por edad al grupo poético del 50, se dio a conocer con su primer poemario, Sublevación inmóvil, finalista del premio Adonais, pero su fama sólo se consolidó al recibir, en 1985, el Premio Castilla y León de las Letras. Dos años después fue galardonado con el Premio Nacional, y ya en el año 2006 se le otorgó el Premio Cervantes.

  • "No hay otra obra poética entre nosotros tan transida de frío ni tan consciente del miedo." Carlos Piera
  • "Prieto y denso es el verbo de Antonio Gamoneda, como salido apenas del silencio para quedar con él, para volver a él ni bien se profiere, verbo como desprendido del erial, de la contemplación de un paisaje desolado, como nacido de la fría extensión para dejar su melancólica constancia del despojamiento... La poesía de Antonio Gamoneda tiene la desnudez de la existencia." Saúl Yurkievich
  • "Antonio Gamoneda se ha convertido en guía y modelo de los poetas más jóvenes, que valoran su sabiduría lingüística y su apertura hacia las tradiciones de la modernidad, apertura que nace de la asunción de la propia historia personal y colectiva." Andrés Amorós

Bibliografía

Poesía

Dueño de una voz sólida, afianzada en la certidumbre del vivir y del morir, del ir y venir de inexistencia en inexistencia, Antonio Gamoneda, prisionero de sí mismo, nos entrega en este volumen tres poemarios unidos por una sola preocupación: la humilde certeza del no saber que sólo los grandes reconocen y que aquí el poeta expresa con gran altura aferrado a la orilla del abismo.

El presente volumen recoge, además de La prisión transparenteNo sé Mudanzas, tres libros, tres tonos, tres modos de nombrar lo que le inquieta pero que, lejos de mostrarlo como una preocupación, lo vierte en ironía pura colmada de escucha: nos habla un poeta todo oídos, todo sensibilidad, todo desnudez. Antonio Gamoneda ha alcanzado en este libro la altura del sabio con la sencillez que logra su pleno dominio del lenguaje.

'Nesciencia' Reseña de Francisco Calvo Serraller, El País, 14/02/2017

Reseña de Luis María Ansón, El Cultural, 13/10/2017

Una asombrosa síntesis de su mundo poético último, una constatación de la plenitud de su obra, que desde la conciencia de la fatalidad también acoge los ecos interiorizados de la intensidad de la vida. La vida entendida como un «accidente» que ocurre entre una inexistencia y otra inexistencia. En esa circunstancia, el acontecer existencial/accidental, es decir el sufrimiento, el placer, la injusticia, el amor, incluso la propia conciencia, son entendidos, a su vez, como «errores». La contradicción, el «no saber», la «pasión de la indiferencia», el cansancio, se deducen naturalmente de la sucesión de las vivencias «erróneas». Y el final de ese malentendido se vive con la lucidez de quien, sin querer renunciar a la memoria conmovida de las cosas, comprende su desenlace natural.

Todos los poemas reunidos aquí son reelaboración de poemas de libros anteriores. ¿Son resultantes de los que fueron en su origen? No son otros, pero tampoco son los mismos. Incluso puede que un poema resulte ser negación del que fue en su vida anterior. Son poemas que no habrán podido existir sin sus antecedentes. Presenta un trabajo de tachaduras que responde a una voluntad de liberación del poema, que ahora pierde lo que ya no se considera materia poética, la discursividad adherida, el ornamento. Surgen nuevos poemas que han ganado lo que han perdido, pues muestran lo que son en la ausencia de lo que fueron, anverso y reverso de una mudanza que el tiempo ha impreso tanto en el texto con en su autor.

El autor encuentra en la figura de su nieta un camino para la emisión de su voz más dulcificada. Un canto crepuscular, de amor y despedida, escrito desde una extraña y luminosa frontera donde la vida y la muerte se confunden.

Cabe leer Arden las pérdidas como un relato refluyente de lo que ya no es (la luz de la infancia, el amor, la ira y los rostros del pasado...), de lo perdido y olvidado que, sin embargo, aún arde y se afirma luminoso y cruel en la inminencia de su desaparición. El aparente hermetismo del relato se abrirá con sólo advertir que los símbolos son —fueron—, simultáneamente, realidades. La visión de lo perdido y olvidado es también conciencia existencial, conciencia del tránsito soportado para ir de la inexistencia a la inexistencia. Ya en la «claridad sin descanso» de la vejez, es dado contemplar la gran oquedad, conocer el error en que, incomprensiblemente, «descansa nuestro corazón».

"En un libro mío (se supone que de poemas), existe una parte o capítulo que tiene título propio: El vigilante de la nieve. Hay críticos que hablan de ese tramo de escritura determinando que se trata de autobiografía y autocontemplación, que yo soy, en una palabra, "el vigilante de la nieve". No. De quien yo hablo es de Jorge Pedrero, obrero del vidrio, pintor y suicida. (...). Yo sólo quiero escribir de Jorge, de su silencioso magisterio". Antonio Gamoneda, El cuerpo de los símbolos.

Un códice del botánico y médico Dioscórides fue adulterado por las innumerables versiones y copias medievales hasta que, en el siglo XVI, Andrés de Laguna, segoviano, aventurero y médico del papa Julio III, lo deja, fiable y enriquecido, en versión castellana. Antonio Gamoneda recoge el Libro Sexto, acerca de los venenos mortíferos y de las fieras que arrojan de sí ponzoña de Dioscórides, más las notas y comentarios de Laguna y persiste en «la corrupción del texto», reescribiéndolo con sensibilidad actual. La trama se expone así a tres voces.

Obra que se presenta como un viaje: comienza con la descripción de un territorio (Geórgicas), señala luego la necesidad de partir (El vigilante de la nieve), se detiene en el miedo (Aún), busca amparo en la piedad del amor (Pavana impura) y alcanza el descanso (Sábado), la víspera de una desaparición que puede ser muerte blanca o principio de la serenidad.

“When a younger generation of Spanish poets began to awaken and stretch their creative limbs at the dawn of a post-Franco era, what they found, intensified by decades of resistance and years of silence, was the beacon of Antonio Gamoneda’s mature poetry. His evocative sensual palette—the scent, feel, taste, and sound of conflicted experience, a lurching between the repellent and the irresistible—is virtually without comparison. But the real miracle of his work is how he combines that flashy richness with such syntactical concision, and with a folkloric strangeness peculiar to his work alone.” Forrest Gander

“Antonio Gamoneda’s Book of the Cold, a long poem in the modernist tradition, is an undisputed masterpiece by Spain’s greatest living poet. In this sensitive and alert translation, Hedeen and Núñez have captured the epic sweep of Gamoneda’s distinctive cadences, halfway between prose and verse.” Jonathan Mayhew

“The poems in Gamoneda’s Book of the Cold can help us sense these intimations of something else, not another form of authority, but something other than ourselves; it can only be seen clearly in the darkness. But that does not mean this light is any less real.” Peter Valente, Heavy Feather Review

“A book-length prose poem musing on life, death, illness, and suicide told over seven sections, in a format that almost dictates how it should be read: a few lines per page to set in place images and feelings, with the remaining negative space on each page a place for reflective, performative meditation of the scene.” Tom Bowden, The Book Beat

"Sucedían cuerdas de prisioneros; hombres cargados de silencio y mantas. En aquel lado del Bernesga los contemplaban con amistad y miedo. Una mujer, agotada y hermosa, se acercaba con un serillo de naranjas; cada vez, la última naranja le quemaba las manos: siempre había más presos que naranjas.

Cruzaban bajo mis balcones y yo bajaba hasta los hierros cuyo frío no cesará en mi rostro. En largas cintas eran llevados a los puentes y ellos sentían la humedad del río antes de entrar en la tiniebla de San Marcos, en los tristes depósitos de mi ciudad avergonzada."

ANTONIO GAMONEDA, del libro Lápidas (1977-1986)

"Mirada hacia la pobreza de los campos labrados, donde esa agricultura violenta del secano se transforma en valor y la rotunda realidad de la tristeza, en una lírica expresión cortante como el frío". María Ángeles Maeso, Literaria. Diciembre 2006.

Largo poema que marca un giro hacia una total madurez poética del autor.

Estos primeros poemas (escritos entre 1953 y 1959), se sitúan entre el existencialismo y la temática de crítica social, con un estilo inclinado hacia la belleza, el formalismo y el culturalismo.

No ficción

Reúne y relata sus convicciones y experiencias relativas al trabajo de creación. Lo hace de un modo en el que no es fácil discernir la trama existencial de la trama estética: el arte de la memoria, la poesía -y el conocimiento que ésta genera- en la perspectiva de la muerte; su incredulidad, referida a los géneros literarios y las generaciones; el nexo profundo de la escritura y las artes visuales; la poética del sufrimiento… En unión de inesperadas desnudeces biográficas y críticas, estas materias son causa de una, también inesperada, unidad en el sentido de este libro que nació lento, ocasional y fragmentario.

Biografía / Memorias

En 1945, con apenas catorce años, Antonio Gamoneda entra a trabajar como meritorio en el Banco Mercantil de León. De la noche a la mañana deja atrás su infancia y sus estudios para ganarse el sustento y contribuir a la economía familiar. Su ingreso prematuro en la edad adulta le permite conocer de primera mano la realidad laboral de la posguerra en el ambiente rancio de una ciudad de provincias dominada por la policía del régimen, la iglesia y los sectores más reaccionarios de la vida local. Así arranca La pobreza, segundo volumen de las memorias del poeta, que es a la vez un autorretrato del artista como anciano y un fresco vivísimo de una sociedad atenazada por la miseria moral y material del primer franquismo y sus prolongaciones. Gracias a esta mirada retrospectiva sobre una etapa oscura de nuestra historia reciente, una mirada en la que siguen latiendo la pasión crítica y el deseo de justicia, somos testigos del aprendizaje vital y literario de su autor, así como de sus primeras amistades en el mundo del arte y la poesía, su activismo político y su firme voluntad de resistencia.Novela de aprendizaje a la vez que crónica de posguerra, La pobreza esconde también un diario en el que se incluyen reflexiones sobre poesía y poética, episodios oníricos y vislumbres –a veces humorísticos– del acontecer social, del trabajo y hasta de sus viajes… El resultado confirma a su autor como uno de nuestros grandes prosistas, capaz de ensayar con igual maestría el autorretrato irónico, la viñeta costumbrista o el apunte reflexivo.

Unas memorias de infancia que constituyen uno de los mejores relatos de la literatura española. Tras la muerte de su madre, Antonio Gamoneda se decidió a abrir aquel armario cuyo contenido permanecía envuelto en la sombra y no podía ser visto y conocido por nadie más que ella: «Hice entrar mi cabeza en la oscuridad del armario y entonces ocurrió algo que me envolvió en su realidad física: sentí el olor de mi madre. Viva».

Antología / Selección

Niñez, una hermosa antología de Antonio Gamoneda, seleccionada y prologada por su hija Amelia. Un canto a la infancia y al recuerdo.

"La niñez es un tiempo mítico personal donde se origina el yo capaz de hablar de sí mismo, donde su prehistoria cede el paso a una historia que le concierne. Contar la propia infancia reconstruye hacia atrás el tiempo, echa el ancla en el pasado,  en un cierto mundo físico, mental y afectivo. Pero, como todo mito, la niñez pervive más allá de su momento, impregna la vida entera, y contarla supone también un modo de hablar del presente. Cuando, además, quien relata es de nuestra misma sangre, buscamos en esa narración algún efecto de espejo: la niñez tiene entonces un poder performativo que sobrepasa a su relator y se adentra en el futuro, reforzando así los lazos de la herencia biológica. Estos tres tiempos de palabra en torno a la niñez organizan esta antología." Amelia Gamoneda

Antonio Gamoneda ha alcanzado en su obra lírica una de las cotas expresivas más interesantes de la poesía moderna en lengua española. Víctima durante largos años de la desatención propiciada por su voluntario apartamiento de grupos, generaciones y cenáculos, su escritura goza hoy día de consideración persistente dentro y fuera de nuestras fronteras. A cargo de Tomás Sánchez Santiago, esta nueva edición de la "Antología poética", que incluye doce piezas de su último poemario "Canción errónea", da razón de una poesía tan intensa como original que se halla en constante proceso de formación. La luz, la tierra, la presencia del tiempo, la compañía en todas sus manifestaciones, la injusticia, son sólo algunos de los ejes medulares que atraviesan más de sesenta años de escritura que han valido a Gamoneda el Premio Nacional de Poesía en 1988 y, posteriormente, en 2006, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes.

En palabras del autor, "la poesía existe porque sabemos que vamos a morir". Bajo tal afirmación construye su universo poético, con la conciencia clara de que "somos reales en la desaparición". Sin embargo, a pesar de ese regusto amargo, dos son las constantes que nos harán permanecer más allá del "límite": la amistad y el amor.

Antología a cargo de Amelia Gamoneda y Fernando Rodríguez de la Flor, con un lúcido y profundo estudio preliminar que resitúa al poeta en su contexto histórico y cultural. La extensa antología publicada, que ofrece una amplia muestra de la obra del poeta, rompe con los criterios cronológicos habituales en la presentación de la escritura de un autor, para distribuir su producción en nueve núcleos conceptuales que rearticulan de un modo novedoso su lectura.

Antología. Desgarro personal y diálogo profundo entre el hombre y sus cosas primarias, la mirada y sus perplejidades, la imposibilidad del vínculo pleno y el merodeo de la muerte. Por sus páginas circulan el vendedor de sombra, el animal del llanto, el vigilante de la nieve, los animales del silencio, el escultor ciego y el animal perfecto, siluetas desesperadas que respiran y observan inadvertidas entre las cosas. El poeta no se dirige a un momento histórico concreto, pero tiende a presentar una época despiadada con sus sobrevivientes corroídos y amenazados. Original en sus imágenes, representa una de las experiencias más intensas de la poesía en lengua española.

Antología personal.  Intimidad del afuera como actitud de la expresión que así se posiciona bajo la intemperie del mundo y en la intemperie –a veces cálida, a veces fría– de la escritura poética. Así se situaría esa voz en una temporalidad equilibrada. Cuando hay o hubo guerra, cuando la historia atravesó la voz, esa actitud puede también llamarse intimidad de la exclusión, ese in-ilio en el exilio que fue, exilio hacia adentro, la experiencia del poeta bajo la dictadura de Franco

Premios

  • 2021 - Medalla de Oro de la Provincia de León / Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid/ Hijo Adoptivo de León y Villafranca del Bierzo. Dan su nombre a la Biblioteca del Instituto Cervantes de Frankfurt.
  • 2012 - Premio Internacional Acuña, Estado de Coahuila–México 
  • 2012 - Premio Mundial "Argana" (Casablanca)
  • 2011 - Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Santo Domingo
  • 2010 - Premio Rosalía de Castro
  • 2009 - Premio Ciutat de Barcelona de literatura castellana por Un armario lleno de sombras
  • 2009 - Premio Quijote de las Letras Españolas
  • 2006 - Premio Cervantes
  • 2006 - Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por Sílabas negras
  • 2005 - European Prize for Literature
  • 1988 - Premio Nacional de Poesía
  • 1985 - Premio Castilla y León de las Letras
  • 1985 - Doctor Honoris Causa por la Universidad de León