Cobra

Cobra

Novel·la , 1972

Cuneta

Pàgines 216

Esta novela narra los intentos de Cobra, la más hermosa travesti del Teatro Lírico de Muñecas, por reducir el tamaño de sus pies. Para ello recurre a distintos métodos, pero lejos de dar los resultados esperados, todos estos procedimientos vuelven sus uñas de un color “morado lezamesco”, las plantas se cubren de llagas verdinegras y, finalmente, hacen brotar de ellos una “enana blanca”, la pequeña doble o excrecencia de Cobra.

Cobra es una obra sorprendente y rupturista en muchos sentidos, no sólo porque aborda asuntos que, en los años setenta, cuando fue publicada por primera vez, eran todavía bastante excéntricos al canon literario latinoamericano, como el travestismo, las drag queens, la homosexualidad y hasta el budismo, sino también por su increíble lenguaje, inspirado tanto en el barroco español como en la musicalidad del habla cubana. La prosa de Sarduy mezcla distintos idiomas, es rica en fantásticos neologismos, imágenes hiperbólicas (grotescas o suntuosas), hipnóticas sonoridades esdrújulas, resonancias darianas y herencias lezamescas.

La presente edición de Cobra, novela central en el corpus del neobarroco latinoamericano y marginal respecto al boom, abre a los lectores de hoy la oportunidad de revisitar o descubrir una obra inagotable.

 «En Cobra la lengua se reconstruye en otra parte por el flujo apresurado del lenguaje. ¿En qué otra parte? En el paraíso de las palabras. Es verdaderamente un texto paradisíaco, utópico (sin lugar) (…) Un texto jaspeado, coloreado; estamos colmados de lenguaje como niños a quienes nada será negado, reprochado, o, peor todavía, permitido». Roland Barthes, El placer del texto

«Cobra sería esa máscara cosmética, esa transformación que tiene lugar en un cuerpo, cuya pasión, sería para mí la única equivalencia occidental de los teatros rituales del oriente. Esos teatros en que el travestismo y la religión (el texto) forman una sola entidad». Severo Sarduy