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José Luis Sampedro- Agencia Literaria Carmen Balcells

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Centenario José Luis Sampedro

El 1 de febrero de 2017 José Luis Sampedro hubiera cumplido 100 años.

La Asociación Amigos de José Luis Sampedro, la Biblioteca Nacional, el grupo editorial Penguin Random House y la Universidad Complutense de Madrid han organizado una serie de actividades de homenaje, a las que se están sumando numerosas entidades y asociaciones.

“Yo nací en Barcelona. Barcelona es mi escenario natal, pero Tánger el de mi infancia, donde viví hasta los trece años. Allí nacieron mis hermanos, Carlos y Carmen. El Tánger de los años veinte era una ciudad internacional donde convivían todos en una sociedad muy permisiva en claro contraste con Cihuela, el pueblo de Soria y Zaragoza donde fui enviado a estudiar a la edad de diez años y me sentí aplastado por un mundo diferente, me encontré completamente desolado y me refugié en la lectura de los folletones del siglo XIX hallados en un arcón. Tras un curso escolar, regresé a Tánger. En 1930 mi padre es trasladado a Aranjuez, mi paraíso, donde vivo la adolescencia, la edad de transición, el umbral entre infancia y edad adulta. En 1935, finalizados los estudios de Aduanas (decidí estudiar Aduanas por razones utilitarias), fui destinado a Santander. Mi llegada a Santander fue un deslumbramiento. Entablé amistad con algunas personas que enriquecieron y estimularon mucho mi creatividad. Allí se inicia mi carrera literaria el UNO, mi afirmación como escritor en ciernes”.

José Luis Sampedro pasó su infancia en Tánger y su adolescencia en Aranjuez, ciudades que influyeron decisivamente en su obra literaria. Vivió en Cihuela (Soria), Melilla, Santander, Madrid, Tenerife y Mijas. Fue catedrático de Estructura Económica, escritor, miembro de la Real Academia Española y Premio Nacional de las Letras, además de uno de los autores e intelectuales más queridos y respetados de este país por su actitud ética, su obra, su compromiso con la vida, con la sociedad en la que le tocó vivir y por su posición a favor de un mundo más igualitario. Estos valores se reflejan tanto en sus ensayos de economía, como en sus novelas, de las que cabe destacar La sonrisa etrusca, La vieja sirena o El amante lesbiano, así como la novela de ideas Cuarteto para un solista coescrita con Olga Lucas. También en sus ensayos: El mercado y la globalización y Los mongoles en Bagdad, o en sus obras a dos voces: Escribir es vivir, con Olga Lucas, La ciencia y la vida, con Valentí Fuster, Sobre política, mercado y convivencia, con Carlos Taibo, así como en el prólogo a ¡Indignaos! de Stéphane Hessel y en su obra póstuma Sala de espera.