Valladolid, España, 1899 - Madrid, España , 1994
Vivió en su ciudad natal hasta los nueve años, cuando su familia se trasladó a Madrid. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios y en la Escuela de San Fernando, aunque dedicó su larga vida a la escritura. Miembro de la Generación del 27, colaboró regularmente en la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset. En 1930 publicó su primera novela: Estación. Ida y vuelta. Forzada al exilio a raíz de la Guerra Civil, se trasladó primero a París, luego a Atenas y Ginebra, y finalmente a Río de Janeiro, donde permaneció hasta 1972, con viajes esporádicos a Buenos Aires y Nueva York. Allí desarrolló el grueso de su obra. Becada por la Fundación Marx, regresó a Madrid donde vivió hasta su fallecimiento. Su obra recibió el Premio de las Letras Españolas en 1987 y abarca casi todos los géneros literarios.
- "Como una vez me dijo, ella tenía toda la experiencia desde que nació, quizá incluso desde un poco antes, según se atrevió a contar en su excelencia autobiografía, Desde el amanecer." Javier Marías, El País
- "Rosa Chacel hace que lo veamos todo, absolutamente todo, por fuera y por dentro, de día y de noche, a tamaño natural primero, al microscopio luego, dándonos una obra redonda." Clara Janés
- "Trasunto de la introspección más exhaustiva y rigurosa, la obra de Rosa Chacel nunca ofrece fruta del tiempo, de ningún tiempo, sino descarnada intemporalidad, interiorización del tiempo." Carmen Martín Gaite
Bibliografía
Edición de Jairo García Jaramillo
Prólogo de Marta Sanz
"Rosa Chacel es una escritora excepcional por su rareza y a la vez por su sintonía con la historia que le tocó vivir: leemos los libros de Rosa Chacel y nos hacemos cruces por sus atrevimientos estilísticos, por todo lo que hace de ella una escritora distinta…
Novela
Esta novela cierra el ciclo autobiográfico dedicado al madrileño barrio de Maravillas. Los protagonistas son un profesor “casi mayor”, Manuel Falcón, y su discípula y secretaria, Elena Moreno, que regresan del exilio americano.
Forma parte de la trilogía sobre el barrio de Maravillas. En ella se cuenta la historia de dos niñas madrileñas que ya pasaron el umbral de la adolescencia. La acción transcurre entre el episodio de gripe española de 1918 y la proclamación de la Segunda República en 1931. El título de la novela procede de la tan célebre como efimera “acrópolis” del Madrid de los años veinte: la Colina de los Chopos.
Curiosa obra de arte conceptual, agrupa las novelas que la autora no logró terminar, aquellas que no pasaron de esbozos más o menos desarrollados.
Tras Desde el amanecer, la autora Premio Nacional de las Letras Españolas publicó esta otra novela en 1976, también basada en material autobiográfico, en la que se narran las experiencias de dos niñas en el Madrid del principios del siglo XX y reflexiona sobre las cuestiones básicas de la existencia. Al principio vemos a una niña sentada en una silla, quitando hilos de un paño de lino. La luz de la tarde ilumina su rostro concentrado en una labor primorosa; es como si Isabel tuviera que demostrar a cada rato que merece un lugar en aquel piso donde vive su amiga Elena, la chiquilla que lo sabe todo y todo lo organiza a su gusto porque la casa entera y la familia están a sus pies. Luego, cuando se haga de noche, Isabel subirá al desván, donde vive con su madre, pues de su padre sabemos lo justo como para no hacer más preguntas. El futuro pide paso y pronto habrá que ir a la farmacia para comprar litines y charlar con Luisito, el hijo del farmacéutico, que toca las trenzas rubias de Isabel como si en ese gesto se le fuera la vida, mientras en el caserón sigue el trasiego de vecinas y la calle se abre con nuevas propuestas. El barrio entero se convierte en un personaje más de este espléndido retablo de Madrid a principios del siglo XX, un lugar y un momento que Rosa Chacel ilumina con su talento para recrear su propia infancia desde las emociones en estado puro.
"Con su peculiar tenacidad, con la luz y la palabra como finos bisturíes, y sin ninguna piedad, Rosa Chacel nos lo hace ver todo, absolutamente todo por fuera y por dentro, de día y de noche, a tamaño natural primero, al microscopio luego, dándonos una obra redonda en cuanto a plena, perfecta. La obra de un artista tan seguro de sí como rebelde, un artista que no se atiene a ninguna convención, que no se arredra ante nada, que por su absoluta libertad nos recuerda al noveau roman." Clara Janés, El País
Autobiografía de pensamiento, en palabras de la autora, La sinrazón es una novela total que se sirve del suspense y del clásico esquema policíaco para narrar la aventura espiritual del protagonista, Santiago, quien da cuenta de los vaivenes de su voluntad con intención de comprender los motivos del poder, el amor y aun del azar. Pero también de sus contrarios: la pobreza, el desamor y el infortunio. Su relato obra en ocasiones una brillantez y excelencia que más parece un conjuro, gracias a la celebrada prosa de Rosa Chacel, tal como señala Julián Marías en el prólogo recuperado para esta edición: ‹‹es un rara avis, uno de esos escasos animales de pluma cuyo destino es vivir agitándola, trazando la trayectoria de su vida, no en el aire, sino en la cuartilla››. ‹‹Qué frescura —la ensalzó Mario Levrero—, qué manejo del idioma, qué intuición psicológica, qué fuente de placer.››
La capacidad para captar la atención de los demás y jugar con sus pasiones centra la narración de Leticia Valle, a punto de cumplir los doce años y recién descubierta una libertad que antes no tenía. A través de jirones de su memoria, Rosa Chacel traza un retrato magistral en el cual revela, en palabras de Andrea Jefanovic, autora del prólogo de esta edición, la sensualidad de una preadolescente y lo que esto supone para ella. Memorias de Leticia Valle es una novela bella e inquietante, en la que aquello que no se dice toma más fuerza que lo dicho.
"Dos novelas maravillosas tiene en su haber Rosa Chacel: 'Estación. Ida y vuelta' y -sobre todo- 'Memorias de Leticia Valle'."Alberto Olmos, El Confidencial, 7 de marzo de 2018
“La inquietante historia de Leticia no es tanto la de otra Lolita, por fin con voz, como la de un retrato de la artista cuando era niña. Lo que Leticia busca registrar son los contornos de su propio yo "inconcebible", esos elementos de su personalidad que la convierten en artista. De hecho, Leticia atrapa nuestra simpatía precisamente porque rechaza el papel de víctima, en lugar de tratar de reconocer el grado de su complicidad”. Kathryn Davis, New York Times Book Review
“Rica y gratificante en su evocación sensiblemente matizada del despertar de la sexualidad y la pasión. Un debut notable.” Kirkus Reviews
“Una clara y sensible traducción (…) El epílogo de Mayer ayuda a iluminar el argumento y proporciona un contexto histórico y literario para interpretar el texto, estableciendo importantes conexiones con Dostoyevski y Freud.” Publishers Weekly
Rosa Chacel comenzó a escribir Teresa por encargo de José Ortega y Gasset poco antes de 1930. No la terminó hasta 1936, cuando estalla la Guerra Civil. Finalmente se publicó en 1941 en Buenos Aires. Durante ese tiempo, la autora revisó constantemente el texto. Teresa es la biografía de Teresa Mancha, amante del poeta José Espronceda. La novela comienza con el encuentro de los enamorados y termina con la desastrosa muerte de la protagonista poco después de ser abandonada.
Edición de Jairo García Jaramillo
Prólogo de Marta Sanz
"Rosa Chacel es una escritora excepcional por su rareza y a la vez por su sintonía con la historia que le tocó vivir: leemos los libros de Rosa Chacel y nos hacemos cruces por sus atrevimientos estilísticos, por todo lo que hace de ella una escritora distinta…
Estación. Ida y vuelta supone disfrutar de la calidad de una lengua literaria única que nos permite reconstruir el fondo, el contexto, el ambiente, que esa misma lengua representa e ilumina. Lo individual y lo colectivo se dan la mano a través de la invención y la palabra literarias: las formas representan la historia y subrayan sus significados ideológicos…
Estación. Ida y vuelta no es un ensayo, sino un nuevo modo de aproximarse a la sustancia narrativa con una vocación inquieta y experimental: yo lo leo como un texto híbrido y resistente a las clasificaciones, con un fuerte componente autobiográfico…
Chacel es una intelectual y una poeta. Chacel es una escritora con un proyecto. Una escritora admirable que prestigia la inteligencia y afianza el vínculo indisoluble entre inteligencia, palabra artística y emociones."
Marta Sanz
Relatos
Obra de narrativa corta que ganó el Premio Ciudad de Barcelona.
Icada, Nevda, Diada reúne todos los relatos de Rosa Chacel, desde los aparecidos anteriormente en Sobre el piélago y Ofrenda a una virgen loca hasta los dispersos en diversas publicaciones. La prosa admirablemente matizada y precisa de la autora de Teresa sirve a una imaginación con frecuencia insólita, visionaria y cruel que revela en estos relatos, durante mucho tiempo no suficientemente conocidos, la mano maestra de una de la figuras centrales de la narrativa española contemporánea.
A partir de una anécdota muy sencilla, casi vulgar, el relato se llena de contenidos esenciales: una mujer, con aire de haber perdido la razón, hace un gesto con la mano en una avenida de Buenos Aires abarrotada de gentes que van y vienen en la hora cenital del mediodía. El narrador contempla el gesto... El relato Ofrenda a una virgen loca se integra en un volumen con Memorias de Leticia Valle y con Barrio de Maravillas.
Primer volumen de relatos breves de la autora. En él da rienda suelta a su riquísimo mundo interior y a su portentosa capacidad de autoanálisis.
Chinina está casada con el narrador y es madre de una hija. Antes de casarse, Chinina expresaba su vitalidad a través del canto, pero su marido la hizo abandonarlo. Chinina calló. Cuando su hija crece, escapa de sus padres encerrándose en el silencio y en el cine mudo. Chinina muere minada por el abismo emocional que la separa de su hija. Su esposo, desgarrado, queda a cargo de una joven hacia la que siente una mezcla de rencor y ternura.
Relato publicado dentro de la Revista de Occidente en 1928.
Poesía
Este volumen reúne poemas publicados originalmente en Versos prohibidos y en A la orilla de un pozo. A ellos se suman algunos poemas reproducidos en publicaciones periódicas pero jamás recogidos en libros, otros totalmente inéditos, y la traducción de Hérodiade de Stéphane Mallarmé.
Este libro surgió de una divagación con Rafael Alberti sobre el entusiasmo. En dicha charla debatieron sobre la forma clásica del verso, la medida o la rima. El fruto es este conjunto de sonetos que “envuelven o enmascaran la corrección académica de su forma en el delirante surrealismo de su contenido”.
En la poesía de Rosa Chacel abundan los homenajes, los versos de circunstancias, las pasiones de la inteligencia. Es una poesía siempre clásica y neoclásica, exigente con la forma, alejada de confesionalismos y de desarreglos sentimentales.
No ficción
Recopila una serie de ensayos escritos por Rosa Chacel entre 1946 y 1985, dedicados a diversas figuras literarias e intelectuales: José Ortega y Gasset, Juana Inés de la Cruz, Charles Baudelaire, Soren Kierkegaard, Jean-Paul Sartre... También incluye textos sobre creación literaria, críticas y comentarios de actualidad.
En Los títulos, Rosa Chacel vuelve a los temas que reaparecen una y otra vez en sus novelas, poemas y ensayos: la naturaleza esencial de la mujer, la relación mujer-libertad, los efectos del 'poder' y del 'querer', las corrientes literarias del siglo, la creación poética, los grandes 'hacedores' que ha conocido, la realidad del momento histórica. La cosmovisión de la autora, ya explícita en obras anteriores como La confesión y Saturnal, en las que ear tan patente su imaginación creadora, registra en Los títulos una verdadera sensualidad poética, inédita en el actual panorama literario en lengua castellana.
La autora traza la biografía de su esposo, pintor, autor del célebre retrato de Chacel tantas veces reproducido en las contracubiertas de sus libros. Aparentemente, el libro se ajusta a las pautas convencionales del género. Sin embargo, pronto se descubre que encierra varias historias y que su punto de vista dista de ser ortodoxo.
Saturnal es la convicción de que ser hombre y mujer son dos maneras de ser lo mismo, de que la lucha de sexos es un invento intelectual y carece de existencia, de que vivimos en una época de interpenetración de lo masculino en lo femenino y viceversa.
Rosa Chacel comparte con nosotros unas formulaciones que, más que parte de un argumentario, pertenecen a la sensibilidad de alguien que expresa su experiencia. No trata de hacer discursos, sino que entabla un diálogo poderoso con las distintas formas de sentir un asunto polémico, poliédrico, versátil que enciende y altera la sensibilidad de su época y de la nuestra, sin trampas, sin prejuicios, sin ideologías consagradas.
¿Por qué escasearon las confesiones en nuestra literatura? Rosa Chacel se adentra en este ensayo en las de san Agustín, Rousseau y Kierkegaard, por ser unas de las más grandes de la historia y por su influencia decisiva en los autores españoles que estudia a continuación: Galdós y Unamuno. Cervantes ocupa también un lugar destacado, el único, a su juicio, que dio a la literatura española una verdadera, auténtica y pura confesión. «Lo que un hombre tiene que confesar no es lo que hizo o dejó de hacer —afirma la autora vallisoletana—, sino lo que lleva a lo largo de su vida entre pecho y espalda.» Y el eros es el misterio que se hace conflicto en estas tres mentes excepcionales, quienes se encontraron en el laberinto cuando su conciencia trató de afrontarlo. «No somos capaces de tentar con el bien. Nos sentimos culpables y quisiéramos arreglar algo a toda prisa, pero no se cose en un momento lo que está desgarrado profundamente por los años. Así pues, lo único que nos queda es pedir confesión.» Un ensayo de indudable vigencia, que nace del conflicto con la fe o el amor y se hace literatura.
Biografía / Memorias
En Alcancía. Ida, que comienza con un viaje transatlántico en el año 1940, se reúnen más de dos décadas de los diarios de Rosa Chacel. Este testimonio, de una lucidez abrumadora, deja un registro de la vida que la autora vallisoletana tuvo en Buenos Aires, Río de Janeiro, Nueva York y París, entre otros destinos a los que la llevaron el exilio y los avatares de la historia. Alcancía. Ida da cuenta del innegociable compromiso que Rosa Chacel (1898-1994) asumió con la literatura y con el pensamiento, a pesar de las dificultades económicas, familiares y personales que la aquejaron. Es también un documento de la época que le tocó vivir, al tiempo que un íntimo laboratorio de escritura: aquel en el que se pergeñaron algunas de las piezas más importantes de su obra y de la literatura española del siglo XX.
En Desde el amanecer, obra publicada por primera vez en 1972, la autora Premio Nacional de las Letras Españolas relata los primeros diez años de su vida. Novela que va de la mano de su posterior trabajo Barrio de maravillas.
Solo una escritora de gran talla y mucho ingenio puede pensar en escribir un libro de memorias que se ocupe solo de los primeros diez años de su vida, pero Rosa Chacel sabía muy bien lo que se proponía y quiso dejarlo claro ya en las primeras páginas de este libro: «Yo tengo la culpa de haber nacido porque siento el principio de mi vida como voluntad. Ganas me dan de decir: si yo no hubiera querido, nadie habría podido hacerme nacer.»
Esa Rosa, un personaje que se impone delante del lector aunque sea una niña en una casa modesta de Valladolid, tiene muy claro su destino e incluso puede describir con fuerza los años que precedieron su llegada a este mundo. Desde el amanecer en seguida muestra su manera peculiar de ver la vida, su forma de despachar con las personas y los objetos, su hambre de todo y su forma de construir verdades a partir de las palabras a menudo incomprensibles de los adultos.
Estos primeros años de la vida de esta gran autora están aquí, vivos y claros aun después de más de cuarenta años de su primera publicación, y son una muestra espléndida de lo que ahora llamamos narrativa del yo: una lección magistral para las nuevas generaciones.
«Tenía muchos juguetes, pero no jugaba con ellos. Solo quería de verdad a las muñecas, pero jugar con ellas me parecía estúpido: las contemplaba... y lamentaba que tuviesen un aspecto tan infantil.» Rosa Chacel
Obra periodística
Recopilación de escritos críticos y artículos de prensa, seleccionados por Moisés Mori, la mayoría de los cuales se publicaron originalmente en revistas de poca difusión.
Correspondencia
A los dieciocho años, Ana María Moix escribió a Rosa Chacel para transmitirle su satisfacción, su interés y su sorpresa después de leer Teresa. Rosa Chacel, que ya se acercaba a los setenta años y residía en Brasil, se apresuró a contestarle. Así comenzó este apasionante epistolario. Edición de Ana Rodríguez-Fischer.
Premios
- 1993 - Medalla de Oro al mérito en la las Bellas Artes
- 1990 - Premio Castilla y León de las Letras
- 1989 - Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid
- 1987 - Premio Nacional de las Letras
- 1976 - Premio de la Crítica por Barrio de Maravillas