Barcelona, 1980
Desde 2004 trabaja en El Periódico de Catalunya, donde forma parte del equipo responsable de monográficos, suplementos y contenidos especiales.
Lector apasionado de novela negra desde la adolescencia —herencia de las viejas ediciones de Agatha Christie que había en casa—, debutó en la ficción con No cerramos en agosto (Libros del Asteroide). En esta primera novela propone una mirada luminosa a un género habitualmente dominado por la oscuridad, aprovechando la luz y el calor del verano barcelonés para explorar las tensiones sociales de la ciudad: el encarecimiento de la vivienda, la precariedad laboral, la desigualdad o el impacto del turismo masivo.
Además, mantiene una línea de crónicas breves sobre la vida cotidiana en Barcelona, fruto de una práctica tan sencilla como cada vez más excepcional: recorrer la ciudad sin prisa, con los ojos bien abiertos.
- "La prosa de Eduard Palomares es capaz de mezclar con atino la nueva forma de investigación (redes sociales, acceso a bases de datos) con viejos iconos polvorientos como agendas escondidas como santos griales, almanaques de venenos o investigadores pasados de vueltas." Octavio Gómez, 20Minutos
- "Palomares usa la novela negra como excusa para diseccionar la realidad social de la Barcelona actual." Germán González
- "Bienvenida la mirada de este joven que se busca la vida, se mete en problemas y se convierte en héroe." Lilian Neuman
Bibliografia
Novela
Jordi Viassolo, aprendiz de detective privado en paro, espera a que al fin le contraten en una agencia mientras sobrevive trabajando ocasionalmente como camarero. Tras servir en un lujoso cóctel en la zona alta de Barcelona, recibe la noticia de que uno de los asistentes, Mike Comabella, aspirante a la alcaldía, ha muerto en un sospechoso accidente. Poco después le llega un pequeño encargo como detective: un cliente misterioso pide que se investigue a una asociación de vecinos del Raval. En el barrio barcelonés descubrirá que la especulación inmobiliaria, las desigualdades sociales y el tráfico de drogas son más flagrantes de lo que imaginaba.
Tras el éxito de No cerramos en agosto, Eduard Palomares vuelve con una apasionante novela negra que aúna intriga, retrato social e ironía. A través de las andanzas de su entrañable detective novato y de su singular círculo de amigos, el autor adapta el género negro al siglo xxi, retratando la evolución de la ciudad en los últimos cuarenta años y demostrando que, por mucho tiempo que pase, hay cosas que nunca cambian.
"Se lee rápido y con la sonrisa en la boca, con diálogos que fluyen y saben a poco, porque parecen disparos de lo fulminantes que son." Javier Lahoz, El Periódico de Aragón
"La prosa de Eduard Palomares es capaz de mezclar con atino la nueva forma de investigación (redes sociales, acceso a bases de datos) con viejos iconos polvorientos como agendas escondidas como santos griales, almanaques de venenos o investigadores pasados de vueltas." Octavio Gómez, 20Minutos
"Igual que ayer consolida la mirada de Eduard Palomares sobre la ciudad y el género." Quim Aranda, Ara
"Un nuevo revolcón a la novela negra ‘made in Barcelona’." David Morán, ABC
"Qué demonios: no se pierdan nada de la novela. Ni de la primera entrega de la saga, porque se van a enganchar a Viassolo." Javier Menéndez Llamazares, El Diario Montañés
"Palomares usa la novela negra como excusa para diseccionar la realidad social de la Barcelona actual." Germán González, El Mundo
"Viassolo se parece más al Flanagan de Andreu Martín que al Marlowe de Chandler; es un detective muy de nuestros tiempos." Rosa Martí, Esquire
"Bienvenida la mirada de este joven que se busca la vida, se mete en problemas y se convierte en héroe." Lilian Neuman, La Vanguardia
"Con acertadas dosis de ironía, retrata la sociedad actual, algo que Palomares comparte (…) con sus admirados Manuel Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri y Petros Márkaris." Anna Abella, El Periódico
Jordi Viassolo consigue un trabajo de becario –temporal y mal pagado– en una agencia de detectives de Barcelona. La misión que le encargan es simple: mantener el despacho abierto durante el verano sin meterse en líos. Todo cambia cuando aparece un cliente desesperado asegurando que su mujer ha desaparecido. Se trata de una investigación aparentemente sencilla, perfecta para que el tímido e inexperto Viassolo comience a foguearse en la calle. Sin embargo, el caso se complica y el aprendiz de detective deberá alejarse de la burbuja en la que ha vivido como estudiante y empezar a poner en práctica lo que hasta ahora solo conocía de oídas.
Eduard Palomares recoge el legado del género negro barcelonés para darle una sacudida y adaptarlo a la realidad del siglo XXI: contratos basura, alquileres por las nubes, turismo masivo… El autor convierte así el crimen en una excusa para retratar con lenguaje fresco y directo una Barcelona que evoluciona a un ritmo vertiginoso, la mayor parte de las veces a pesar de sus vecinos. Una novela que es negra, pero también luminosa.
"Una novela muy bien escrita que fortalece los músculos de la risa." Javier Lahoz, El Periódico de Aragón
"Es una novela ingeniosa, divertida y fresca. (…) Jordi Viassolo se parece más al Flanagan de Andreu Martín que al Marlowe de Raymond Chandler; es un detective muy de nuestros tiempos." Rosa Martí, Esquire
"Entretenida, fresca y muy contemporánea, está bien escrita y muestra la capacidad que sigue teniendo la novela policiaca de adaptarse a ambientes muy actuales." Alberto Portolés, Aceprensa
"El lenguaje cercano y fresco de la novela permite al autor usar la novela negra como excusa para diseccionar la realidad social de la Barcelona actual, una de las grandes características de este género en los escritores europeos." Germán González, El Mundo
"Con acertadas dosis de ironía, retrata la sociedad actual, y que Palomares comparte con la novela negra mediterránea, con sus admirados Manuel Vázquez Montalbán, Andrea Camilleri y Petros Márkaris, alejándose del típico thriller de misterio." Ana Abella, El Periódico
"Quizá la lectura más fresca de esta temporada sea "No cerramos en agosto", el originalísimo debut literario de Eduard Palomares. (…) Ojalá hubiera más novelas negras como esta." Jorge Freire, The Objective
"Una primera novela que muestra a un autor muy cultivado en el género como lector y que parte de un punto original. (…) Tiene mucho a favor esta historia: la investigación está bien llevada, el tono amable sienta bien y es muy hábil a la hora de recorrer el mundo de los detectives, y sus miserias, a través de la mirada desencantada de un joven precario." Juan Carlos Galindo, El País
"El paisaje y la astuta trama conforman una estimulante lectura. Bienvenida la mirada de este joven que se busca la vida, se mete en problemas y se convierte en héroe." Lilian Neuman, La Vanguardia
"Una nueva voz de la novela negra barcelonesa. Palomares parte de la mirada de su joven detective protagonista para retratar la Barcelona actual, marcada por la presión inmobiliaria y el turismo de masas. Mientras, sus vecinos, más allá del espejismo de las redes sociales, viven atrapados entre las obligaciones laborales y familiares." Domingo Villar
