Palafrugell, España, 1897 - Llofriu, España , 1981

Josep Pla es, sin lugar a dudas, el prosista más importante de la literatura catalana del siglo XX, y el escritor catalán más leído y más popular de todas las épocas. Estudió Derecho en Barcelona y practicó el periodismo desde joven. Durante más de quince años ejerció de corresponsal en el extranjero para los diarios La Publicitat y La Veu de Catalunya. Su inclasificable y monumental obra, que abarca más de 30.000 páginas y en cuya construcción trabajó de forma prácticamente ininterrumpida durante seis décadas, está marcada por el uso de un lenguaje literario y popular a la vez, y fue una aportación esencial para la modernización de la lengua catalana. Asimismo, sus artículos de opinión, sus crónicas periodísticas, sus diarios y reportajes constituyen un valioso testimonio de la historia del pasado siglo. 

  • "La prosa de Josep Pla es atractiva al lector no sólo porque se adapta a la realidad y pone el natural delante de todo sino porque sus ojos veían algo más." Cristina Badosa

Bibliografia

Un testimonio emocionante de la relación entre dos hombres unidos por la admiración, el respeto y la cordialidad.

El escritor Josep Pla (1897-1981) y el lingüista Francesc de B. Moll (1903-1991) estuvieron unidos por el respeto y la admiración que sentían mutuamente, además de una profunda cordialidad. Como explica Josefina Salord, la curadora del volumen, desde que se conocieron en la primavera de 1948, "mantuvieron una relación intermitente y una amistad sostenida hasta el final de sus vidas". 

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Los artículos de Pla sobre la Alemania de preguerra, por primera vez en un libro. 

A consecuencia, entre otras causas, de las reparaciones exigidas a Alemania después de la Primera Guerra Mundial en el Tratado de Versalles (1919), una fuerte crisis económica hizo que, hace cien años, la moneda alemana se desplomase.

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Novela

El principal banquero de una capital de comarca reúne a las personas más insignes de esta ciudad para celebrar la boda de su hija. En la sala de su casa, la fiesta deviene el escenario en que se manifiestan las tensiones que dominan esta pequeña sociedad. El gerente del banco defiende que la insignia de la procesión del Corpus la quite el próspero electricista a quien ha concedido un crédito para su tienda-taller, símbolo del progreso, mientras que el estamento oficial propugna el continuismo y apoya al registrador de la propiedad. Recluido en su habitación, el excéntrico hermano del banquero tiene la repentina obsesión de que se convertirá en pobre y critica la gestión del negocio familiar, hecho que aprovechan algunos comerciantes para conspirar con el ánimo de orientar el banco de acuerdo con sus intereses. Al mismo tiempo, corre el rumor de que la bella esposa del apoderado del banco es la amante del jefe de su marido.

El carrer estret es una de las pocas novelas que escribió Josep Pla. A éste le pareció divertido llevar a la práctica la idea stendhaliana del espejo -"una novela es un espejo que se pasea a lo largo de un camino"-, y lo hizo al pie de la letra. Así nació El carrer estret, recreación de la vida apacible y tranquila de un pueblo imaginario de Cataluña. Ganador del Premio Joanot Martorell.

Relatos

Josep Pla fue uno de los prosistas más importantes del siglo XX en nuestro país. Su labor literaria y periodística lo encumbró como uno de los narradores que mejor supo retratar la situación política y social, así como las costumbres de su tiempo.

Por primera vez se reúne en un solo volumen la narrativa completa de Josep Pla escrita en su versión definitiva entre los años 1949 y 1967. Un libro que dará a conocer su figura como narrador más allá del periodista, el memorialista, el escritor de viajes o el biógrafo en una edición única y cuidada para lectores fieles del autor y para todos aquellos que quieran acercarse a su obra de ficción.

Edición a cargo de Jordi Cornudella.

"Josep Pla, todo un cuentista." Carles Geli, El País

Un compendio de los primeros viajes por Europa como periodista: «Este es el libro de literatura narrativa, que es la literatura que me hubiera gustado cultivar si no me hubiese dedicado al periodismo, es decir, si la dispersión agobiante del periodismo me lo hubiera permitido. Pero no fue posible. El problema de saber si hubiera tenido alguna habilidad para dedicarme a la narración está, naturalmente, por ver. [...] Este es el resultado al que llegué en estas tentativas. Lo digo así porque calificarlas de otra manera, no estaría bien».

Não ficção

Una antología de la célebre sección de Josep Pla en la revista Destino

Por primera vez se publica en su versión originaria una selección de los más de 1.700 artículos que Josep Pla escribió semanalmente en su sección titulada «Calendario sin fechas» en la revista semanal Destino, en la que colaboró de 1939 a 1975. El presente volumen constituye por lo tanto una primicia y muestra que el autor siguió escribiendo también en castellano hasta el final. Unos artículos que supusieron la fragua de la mayoría de sus libros y que ahora aportan el descubrimiento de un estilo vivo en su forma primigenia.

Manuscrito original en catalán inacabado.

Un testimonio revelador sobre el posicionamiento de Pla durante la Guerra Civil.

En las postrimerías de la Guerra Civil Josep Pla redactó, por encargo de Francesc Cambó, una Historia de la Segunda República española; el libro se publicó en cuatro volúmenes, entre 1940 y 1941, en la editorial Destino, y no se ha reeditado nunca. Recientemente se ha descubierto, entre los papeles del autor, un manuscrito original del primer tercio de la obra, desde los antecedentes inmediatos de la República hasta los acontecimientos de Casas Viejas (1931-abril de 1933). La gran sorpresa es que este manuscrito está escrito en catalán. Xavier Pla, director de la Cátedra Josep Pla de la Universidad de Girona se ha encargado de hacer la edición, y Maria Josepa Gallofré, una de las grandes autoridades en la obra de Pla, se ha encargado de hacer su estudio preliminar.

Este volumen recoge los retratos literarios que Josep Pla hizo de Antoni Gaudí y los avatares de la construcción de la Sagrada Familia, del pedagogo e historiador Alexandre Galí y del presidente de la Mancomunidad, el señor Prat de la Riba.

"Esta palabra, «homenots», no tiene ningún sentido despectivo serio, más bien señala una cierta voluminosidad en el personaje calificado de este modo. Todo el matiz despectivo que pueda tener, en mi opinión, hace referencia a una determinada ausencia de belleza física. Pero ¿qué haremos si los hombres y tantas y tantas mujeres somos tan feos?  En definitiva, la palabra «homenots» es un eufemismo". Josep Pla.

 

 

La peculiar mirada de Josep Pla sobre la «impresionante personalidad» de Joan Maragall. La figura de Joan Maragall fascinó a Josep Pla todo a lo largo de su vida. El 1923 le dedicó un artículo en una revista francesa; el 1926, un retrato a su libro Linterna mágica; el 1960, un homenot; y, finalmente, el 1968, este Joan Maragall: un ensayo, en qué Pla refundió el material de sus aproximaciones anteriores.

A través de la mirada de Josep Pla tenemos una aproximación diferente y personal a la creación artística de cinco catalanes universales: Prat de la Riba, Pompeu Fabra, Joaquim Ruyra. Estos escritos se integran en la serie Homenots.

 

 

Los hermanos Rafael Puget (1873-1945) y Jacinto Puget (1879-1969) eran hijos de una alcurnia de industriales establecida en Manlleu, que vivieron vidas muy distintas. Ésta obra reúne en una las dos biografías que escribió Pla (Un senyor de Barcelona y Un senyor de la Terra del Foc).

Del señor de Barcelona, Rafel Puget, sabemos que nació en Manlleu el 1873, murió en Barcelona el 1945 y tuvo el mérito de vivir sin tener que caer en la vulgaridad de trabajar. «Yo he sido rentista», le decía a Josep Pla, «pero, como tantos rentistas, más que vivir de renta no he hecho más que irme muriendo de renta». Pero es Jacinto Puget, hermano de Rafel, el biografiado de Un senyor de Terra del Foc. Si la vida de Rafel Puget discurrió por las tertulias del Ateneo y los cafés de Barcelona, la de Jacinto Puget tuvo un escenario muy diferente: la Tierra del Fuego. Fue en aquel lugar de mundo donde, en 1925, Jacinto Puget compró una propiedad de 20.000 hectáreas donde construyó una estancia que denominó La Catalana.

Un polémico Josep Pla describió en detalle su visión de los payeses. Su prosa no dejó en buen lugar el mundo rural catalán de mediados del siglo XX: “Si, por casualidad, un labrador mira el suelo, es para saber qué hora es. Si un labrador contempla el paisaje, en su pensamiento no late el amor a la naturaleza. El paisaje es bello o simplemente bonito en cuanto que es un pretexto para imaginar o redondear un contrato de compraventa".

Joaquim Mir es uno de los pintores más singulares del panorama artístico español de finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. Su singularidad se construye y se sustenta a través de la leyenda que surge en torno a su persona: a través de la independencia total respecto a los grupos culturales artísticos y a la independencia de los estilos y movimientos que surgieron a lo largo de su vida: singularidad que sustenta en las aportaciones que él realizó a nivel plástico.

Josep Pla, que no había conocido personalmente al pintor barcelonés, fue quien trazó un perfil de pintor rozando lo grotesco. Así, Mir nos quedará como un personaje único al margen de todos los esquemas y envuelto en cierta neblina.

Después de tres años de preparación, Josep Pla escribió Rusiñol y su tiempo, la biografía más ambiciosa y más sugerente publicada hasta el momento del autor de L'auca del senyor Esteve. Pla se sintió fascinado por la figura, por la popularidad del personaje, por su experiencia vital. De Santiago Rusiñol, a Pla le interesaban muy especialmente dos cosas: en primer lugar, la posibilidad de recuperarlo como modelo intelectual, alternativo al modelo novecentista, y en segundo lugar, conseguir que el artista se decidiera a escribir unas memorias.

Josep Pla había conocido a Manolo Hugué en Barcelona en 1919, cuando el escultor acababa de regresar a España tras la primera guerra mundial. Casi una década más tarde, en 1927, escribiría su biografía en «uno de los esfuerzos concentrados más febriles de mi vida». De la mano del artista, Pla traza una semblanza memorable de Hugué, siguiéndole por Barcelona, París y Ceret, narrando las mil adversidades a las que tuvo que hacer frente para huir de la miseria. El lumpen y la vida cotidiana en Barcelona a finales del XIX, la bohemia parisina, el círculo artístico de Ceret, o las ideas éticas y estéticas del escultor son recogidos en esta biografía con extraordinaria viveza.

«Vida de Manolo es uno de los libros más urbanos, más personales, más sabios y más divertidos que he leído en mi vida. Un libro para releer, seguido o al azar de la página por la cual se abra. Un clásico». Jaime Gil de Biedma

«Uno de los mejores libros que se han publicado en España durante los últimos treinta años». Dionisio Ridruejo, 1953

«Sin duda el libro más famoso de Josep Pla». Gabriel Ferrater

«Uno de los mejores libros de la literatura catalana». Carles Riba

Biografía / Memorias

Pla, inédito.
«Lo ideal es hacerse todas las ilusiones posibles y no creerse ninguna.» J. Pla

En 1969 apareció el duodécimo volumen de la Obra Completa de Pla, que recogía anotaciones de épocas diversas, desiguales en extensión e intención (desde el aforismo mínimo hasta el ensayo corto, pasando por la anotación de dietario) bajo el título Notas dispersas. El material inédito que el investigador Francesc Montero (Cátedra Josep Pla de la Universidad de Gerona) edita ahora en Hacerse todas las ilusiones posibles es el que el mismo autor había previsto incluir en un nuevo volumen de su Obra Completa, que se habría titulado Nuevas notas dispersas o Vagas notas dispersas.

Las páginas que por fin hoy podemos leer corresponden al Pla más memorable: el observador agudo de la sociedad, el comentarista que hace gala del escepticismo más bien informado, el reportero de anécdotas impagables, el escritor capaz de dar la máxima vivacidad a los personajes y a los paisajes que retrata, el prosista más convincente y más amable con los lectores…

 

 

 

La obra de Josep Pla se acerca en muchas ocasiones al diario, como El cuaderno gris Notas para Silvia.
Las investigaciones en los archivos de Josep Pla han permitido localizar muy recientemente pequeñas libretas en las que se conservan diarios de este tipo, los correspondientes a 1956, 1957 y 1964. La información que contienen permite acceder a la vida cotidiana del escritor ampurdanés en unos años capitales de su trayectoria literaria, y al mismo tiempo comprobar cómo concebía la escritura, como una tabla de salvación a la que recurría con frecuencia. 

Del prefacio extraemos el origen de la palabra “capvesprol” que da el título a esta obra. Josep Pla comenta su conversación con el Sr. Jubert hablando de sus excursiones en barco por la costa brava. El señor Pere Jubert fue muy dado a pescar y a navegar por las costas de Calella en un barco de su propiedad: 

“El viento de garbí había parado a las siete, como reza el dicho: el viento de garbí, a las siete a dormir. Y la calma de viento era total en el país. El mar no se movía. El crepúsculo convertía el mar en una balsa de aceite. Nuestro pequeño mundo parecía suspendido.

–He venido con el capvesprol, de popa.

–Perdone, qué es el capvesprol? Es una palabra que no había oído nunca.

–El capvesprol es un brisa, que se produce cuando para el viento de garbí. Sentí la brisa en la nuca, hicé la vela que llevo y con la calma correspondiente llegué hasta aquí".

Editado junto con Notes disperses y Notes per Silvia en 2008.

Agrupadas de forma definitiva en el volumen XII, de la Obra Completa. En cierto modo, estas Notes disperses no son más que un complemento de El quadern gris, pero mucho más ampliado. Estas Notas disperses no tienen ninguna cronología y si se encuentra alguna fecha es puramente por constancia personal. Son notas escritas al azar, a veces sobre la marcha, a veces con largos años de distancia.

El quadern gris se considerado como obra fundamental del canon de la literatura catalana. Además de ser una obra clásica y mítica, este libro, con el que Josep Pla quiso comenzar la edición definitiva de sus obras completas, es un documento único sobre la formación del escritor y sobre la vida intelectual de la Barcelona de las primeras décadas de este siglo. En sus páginas encontramos un variado mosaico de temas y estilos que integran en una sola obra todas las facetas de Pla: el retratista exacto, el moralista sobrio, el paisajista lírico, el irónico impenitente, el comentarista mordaz, el observador único. Encontramos en ellas crítica literaria, juicios políticos, consideraciones intelectuales y aforismos. Destaca la magnífica galería de retratos de aquellos hombres que hicieron de la Barcelona «noucentista» y vanguardista una ciudad rica en cultura, y se perfila, además, el momento de agitación política que igualó las calles de Barcelona con el Chicago de los  gánsteres. Este dietario, cuya redacción se inició en 1918 y fue luego revisado y preparado por un Pla maduro en completo dominio de sus capacidades literarias, es, pues, definitivamente, un monumento cultural que retrata unos años básicos de la Cataluña Moderna.

 

 

Barcelona, una discusión entrañable condensa en treinta y cinco estampas magistrales, ordenadas de acuerdo con el calendario de las estaciones, la visión que tenía Josep Pla de la Barcelona que conoció en sus años de juventud, cuando realizó los estudios universitarios a lo largo de seis cursos (1913-1919). El libro apareció por primera vez en las obras completas de Selecta, con el título Barcelona: Papeles de un estudiante (1956); la edición definitiva, ampliada y con el título cambiado es de 1966.

Con su estilo vivo, poético, rico en ironía y humor, José Pla estudia las diversas facetas de esta singular población, una de las más bellas de la Costa Brava, (por no decir del mundo entero, como afirmaba Salvador Dalí). No es solo una interpretación de su historia, sino una personalísima evocación del paisaje, de la economía y la psicología de aquella aislada zona costera. Estas inolvidables estampas reflejan la belleza de las rocas grises y plateadas sobre un azul cobalto; la presencia de los olivos “de cuerpo barroco y alma gris”; el colorido y el misterio de lo que ha ido sucediendo en el curso de los años en este pueblo casi aislado durante siglos. Cadaqués, uno de los libros más logrados de Josep Pla, participa al mismo tiempo de la temática viajera, de la historia y de los recuerdos personales.

En 1921, el joven periodista Josep Pla es enviado a Madrid como corresponsal de un medio catalán. Con una extraordinaria mezcla de sagacidad, ironía y prejuicios, Pla dibuja una ciudad de tertulias bizantinas, funcionarios ociosos y ridículos toreros pintorescos, pero también de cielos asombrosos y arquitectura formidable.

Obra jornalística

Los artículos de Pla sobre la Alemania de preguerra, por primera vez en un libro. 

A consecuencia, entre otras causas, de las reparaciones exigidas a Alemania después de la Primera Guerra Mundial en el Tratado de Versalles (1919), una fuerte crisis económica hizo que, hace cien años, la moneda alemana se desplomase. Josep Pla, corresponsal en Berlín del diario La Publicitat, fue testigo. Junto a otro periodista, Eugeni Xammar, se movió por el país y comprendió con lucidez todos los matices de la situación, detectó los personajes principales —entre ellos, un «histérico del nacionalismo» llamado Adolf Hitler— y supo relatar lo que veía en unas crónicas magníficas que enviaba al periódico. Ochenta y ocho de aquellos artículos se recogen ahora por primera vez en un volumen, que supone una aportación de primer orden a la bibliografía planiana.

"Claras, directas y, en parte, premonitorias, las crónicas del escritor explican uno de los episodios más importantes de la historia europea del siglo XX." Maria Dasca, Quadern, El País

En 1925, un joven Josep Pla fue enviado como corresponsal a Rusia para escribir una serie de artículos para el periódico La Publicitat. A sus 28 años, Pla sabía de Rusia más o menos lo que todo el mundo en aquellos días: prácticamente nada. De la Revolución y de los años posteriores, solo conocía lo que
los periódicos habían contado. El primer líder soviético, Lenin, hacía tan solo un año que había muerto, y Stalin se había hecho con el poder. A Josep Pla lo acogió durante su estancia el político y traductor Andreu Nin. Un documento excepcional que nos muestra la Rusia comunista del año 1925 de la mano de uno de los cronistas más importantes que ha tenido nuestro país. 

Correspondência

Un testimonio emocionante de la relación entre dos hombres unidos por la admiración, el respeto y la cordialidad.

El escritor Josep Pla (1897-1981) y el lingüista Francesc de B. Moll (1903-1991) estuvieron unidos por el respeto y la admiración que sentían mutuamente, además de una profunda cordialidad. Como explica Josefina Salord, la curadora del volumen, desde que se conocieron en la primavera de 1948, "mantuvieron una relación intermitente y una amistad sostenida hasta el final de sus vidas". Lo que más los unió fue la pasión compartida por el idioma; Moll se esforzaba por completar el diccionario que retrata la riqueza y variedad dialectal de manera más amplia, y Pla intentaba contribuir a la ingente tarea de Moll con todo tipo de apoyos.

Esta edición de la correspondencia conservada entre estos dos personajes fundamentales de la cultura catalana (cuarenta y seis cartas cruzadas entre 1948 y 1979) revela la intensidad emocional de su relación y expone una faceta prácticamente desconocida de Pla: su papel como defensor incondicional del Diccionario catalán-valenciano-balear. Además de las cartas entre los dos, también se editan las doce cartas cruzadas entre 1961 y 1965 con el entonces alcalde de Barcelona, Josep M. de Porcioles, a quien Pla logró persuadir para que contribuyera a financiar la reedición de los dos primeros volúmenes del diccionario.

El volumen se enriquece con la edición de nueve escritos en los que Pla habló públicamente de Moll (incluyendo el elogio que le dedicó) y cuatro escritos de Moll dedicados a Pla, uno de los cuales era inédito hasta ahora.

Gaziel (Agustí Calvet, Sant Feliu de Guíxols, 1887 - Barcelona, 1964) y Pla compartían un montón de cosas. Eran vecinos de procedencia (ambos catalanes de la Costa Brava), habían convertido en su oficio unas mismas pasiones vitales (la literatura y el periodismo) y, sobre todo, tenían una actitud gemela ante el mundo que les rodeaba, basada en una insobornable independencia crítica. Las cartas cruzadas que se han conservado (51 de Gaziel y sólo 7 de Josep Pla) van desde 1941 hasta la muerte de Gaziel en 1964, y son el testimonio más contundente de todo lo que unía estos dos personajes imprescindibles de la cultura catalana del siglo XX: los amigos, las preocupaciones compartidas, la inteligencia, la lucidez, el amor al país y una repugnancia desesperada ante el régimen franquista.

La edición de estas cartas, inéditas hasta ahora (como alguno de los documentos que se añaden en apéndice), ha corrido a cargo de Manuel Llanas, profesor emérito de la Universidad de Vic y gran especialista en la obra de Gaziel , y tiene el aval de la Cátedra Josep Pla de la Universidad de Girona.

En el verano de 1932, Pla tiene treinta y cinco años, ha escrito siete libros y tiene tras de sí una sólida carrera de corresponsal de prensa por toda Europa. Joven, irónico, políglota, de una elegancia y encanto natural que nada tiene que ver con la imagen que venderá tras su encierro en el “mas” de Llofriu tras la Guerra civil. En la playa del Canadell, el cosmopolita Pla conoce a una chica de veinte años, suiza, judía, que se dedica al arte, y comienza una relación epistolar que durará apenas un año, pero en la que el escritor que se esconde tras la boina y la ironía se deja arrebatar por la pasión de una mujer que representa alguna de las cosas que el maduro escritor piensa que ha dejado atrás.
En 1985, cuatro años después su muerte, Josep Vergés prologó, tradujo del francés y editó en rústica, en Destino, estas cartas bajo el título de “Un amor de Josep Pla al Canadell”.

Viagens

Reúne textos de procedencia diversa, algunos de ellos inéditos, sobre las islas mediterráneas, desde las Medas y las Baleares hasta las griegas, que son el resultado de varios viajes hechos por el autor a lo largo de su vida.

 

 

L'illa de Menorca es un texto memorialístico y erudito, donde recuerda algunos de sus viajes hechos a la isla. Notes de Mallorca se basa en las notas de su viaje en Mallorca publicadas a La Publicitat y que, en versión castellana, forman parte del libro Las ciudades del mar publicado en 1942. Otros tantos textos completan la colección.

 

 

 En 1929, Croacia formaba parte del reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos que, precisamente aquel año, pasaría a denominarse Reino de Yugoslavia. Además, la ciudad de Zadar no formaba parte de este Reino, sino de Italia, en virtud del tratado de Rapallo (1920) que hizo oficial lo que de facto era desde 1918. En este texto, Pla da fe de la nostalgia por el imperio austrohúngaro que se sentía en los puertos de Abbazzia, que fue un puerto balneario de soberanía italiana también a partir de 1920.

Pla construye una ruta entre diversos puertos mediterráneos y los describe con su prosa y sus guiños habituales. 

Con 30 litografías de Jaume Pla.

Este libro de viajes, concebido para ser publicado en forma de artículos de prensa, es prácticamente un reportaje de la ciudad en el sentido más literal de la palabra.

 

 

Josep Pla recorrió durante cuatro años los caminos de Italia, desde los valles de los Alpes hasta las polvorientas tierras del sur. Reportero con olfato a la caza del detalle más pintoresco, erudito entusiasmado por la historia, turista curioso, explorador de conventos, fondas, mercados y museos, poeta arrobado ante la densidad artística que le rodea y humanista seducido por la vida cotidiana, Pla compone un fresco puntillista cuyas pinceladas recogen los infinitos matices del mundo retratado.

Cartas de Italia es una compilación de crónicas de viaje de varias épocas, y constituye un ejemplo característico de una vertiente capital en la obra de Josep Pla: el libro de viajes hecho por un periodista que vive para viajar y escribir y que escribe para vivir y viajar.

Josep Pla se recluyó en su masía gerundense de Llofriu al terminar la Guerra Civil. Allí se consagró a escribir sus mejores páginas compaginando esta actividad con numerosas excursiones cortas por los pueblos y campos del Ampurdán. El reencuentro con las gentes de su tierra natal, sus anécdotas y reflexiones se reúnen en esta obra, divertido fresco de circustancias y costumbres ampurdanesas.

Viaje a pie no cuenta una caminata, ni muchas, pero es su producto. Se describen paisajes, paisanajes, yantares y circunstancias. Pero no hay itinerarios, sino una vivisección del payés, un escrutinio de sus virtudes y de sus miserias. Y una pregunta retórica, casi un lamento, que consumía al falso payés que fue Pla: ¿por qué son así los payeses? Para ella ensaya respuestas o, cuando menos, vierte el material indiciario para hallarlas.


Pla nos acompaña durante cien kilómetros de poesía y humor en unas páginas de sabrosa naturalidad que no excluyen conceptos profundos y le permiten fijar sus originales puntos de vista sobre las cosas.

Un retrato moral del nuevo siglo a través de los ojos del autor de El cuaderno gris, conocido por su agudo poder de observación y por la gracia ágil de su estilo. Su Viaje en autobús constituye una crónica de sus apacibles viajes por la Cataluña de la posguerra. Pla nos acompaña en unas páginas que hilvanan escenas del día a día y la descripción del paisaje con las reflexiones propias tan características de este escritor.

“Lo que más destaca en esta obra en la que no nos está permitido ni siquiera pestañear, es esa filosofía cotidiana que Pla maneja como ningún otro. Y lo hace a base de ocurrencias, de anécdotas vividas por el propio escritor, de frases lacónicas, breves, pero llenas de encanto, de una indiscutible originalidad y en las que no falta una pizcade humor sabio, propio de quien posee una inteligencia superior y no es demasiado consciente de poseerla.” Zenda Libros

 

 

Josep Pla, uno de los mejores cronistas del siglo XX, nos lleva de paseo por algunas de las ciudades de costa más bellas del Mediterráneo.

«Confieso que, desde hace unos cuantos años, mi ilusión máxima es el Mediterráneo. A él debemos —debe el mundo occidental— todo lo que somos.» Josep Pla, cronista excepcional, nos transporta en Las Ciudades del mar a los más bellos destinos del Mediterráneo, y lo hace además en el tiempo, porque en estas páginas visitamos las costas de hace medio siglo, las sofisticadas, límpidas y puras orillas de los años 40.

Mallorca, Fornells, el Rosellón, Italia, la isla de Elba, Cerdeña, Sicilia, Croacia, Estambul y los Balcanes cobran, de la mano de uno de los mejores prosistas del siglo XX, una nueva magia y sofisticación.

Antologia / Seleção

Entre los muchísimos textos escritos por Josep Pla, la serie de los Homenots ocupa un lugar destacadísimo. Es en los sesenta Homenots de la versión final (recogidos entre 1969 y 1975 en cuatro volúmenes de la Obra Completa de Destino) donde Pla compendia su visión del país y de los hombres que han forjado la cultura, la política y la economía modernas. Pla evoca cada personaje recurriendo a la propia memoria y a las conversaciones con los testigos más cercanos, y da un retrato que suele ser a la vez, ejemplar y eficaz. Pero, además de ilustrar la historia reciente de Cataluña a través de alguno de sus protagonistas, con los Homenots Pla también hace, inevitablemente, literatura. Y es muy a menudo una literatura de altísima calidad. Teniendo en cuenta este último factor, Toni Sala ha escogido los doce homenots que reúne este volumen: los dedicados a Joaquim Ruyra, Josep Miró y Folguera, Amadeu Vives, Josep Carnero, Andreu Nin, Josep M. de Sagarra, Joan Crexells, Joan Estelrich, Josep Trueta, Josep M. Cruzet, Salvador Dalí y Salvador Espriu. El resultado es una cata imprescindible de la mejor prosa de Josep Pla.

Esta selección presenta el núcleo esencial de las narraciones marineras de Josep Pla, reunidas en el volúmen segundo de su Obra Completa, Aigua de mar (que incluye, además, otras piezas no narrativas de asunto marino). Los seis relatos recogidos en esta selección son seis obras maestras indiscutibles. El texto de esta edición ha sido establecido cuidadosamente por Robert Gómez, bajo los auspicios de la Cátedra Josep Pla; es un texto que podemos considerar definitivo. Por otro lado, Jordi Amat ha escrito una presentación que aclara muchos aspectos de la redacción de las narraciones marineras de Pla y que las pone en relación con la lectura de Joseph Conrad.

Outros géneros

Con una sabiduría culinaria y literaria extraordinarias, Josep Pla desgrana los productos característicos de cada estación del año y las recetas tradicionales de la cocina de raíz popular. Pero, como dice el propio autor, "no es un libro de recetas, sino una divagación, una digresión con el pretexto de la cocina".

"Pla es el buen gourmet que recomienda un respeto por las raíces del gusto y se pronuncia a favor de los sabores más cercanos a la desnudez natural de las materias delgadas. Es un sibarita que apuesta por la cultura del placer de comer bien." Manuel Vázquez Montalbán.

Éste es uno de sus grandes libros. Grandes y amargos, cabría añadir, puesto que en él se encuentran, alternando con pinceladas de ese humor liviano a que alude el título, algunas de las reflexiones más juiciosas -y a menudo más desoladas- que jamás se hayan escrito sobre la condición humana. Allí está la ya conocida teoría planiana de la propina, la que sostiene que «el hombre que consciente o inconscientemente suponga o crea que éste es el mejor de los mundos posibles vivirá rabioso y frenético», mientras que el que «parta de la idea que esto es un valle de lágrimas corregido por un sistema de propinas, vivirá resignado y tranquilo». Y allí están, también, otros muchos fragmentos de un tenor parecido que convierten a Humor honesto y vago en uno de los mejores compendios del pensamiento de su autor.

Prémios

  • 1979 - Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya
  • 1977 - Premio de la Crítica Serra d’Or
  • 1975 - Premio de la Crítica Serra d’Or
  • 1970 - Premio de la Crítica Serra d’Or
  • 1956 - Premio Lletra d’Or
  • 1951 - Premio Joanot Martorell por El carrer estret
  • 1936 - Premio Concepció Rabell de los Juegos Florales de Barcelona por Viatge a Catalunya