Barcelona, España, 1956

Olga Guirao se licenció en Derecho en la Universidad Central de Barcelona y ejerció la abogacía durante años. Actualmente trabaja en la Administración. Con su debut literario, Mi querido Sebastián, quedó finalista del Premio Herralde en 1992. Desde entonces ha publicado una novela cada cuatro o cinco años, y todas ellas han sido muy bien recibidas por el público y han cosechado elogios unánimes de la crítica. Su última novela, La llamada, supone su primera incursión en el género de ciencia ficción.

  • "Olga Guirao ha logrado con su obra entrar en esa zona de los primeros libros que crean esperanzas sólidamente fundadas..." . J. Ernesto Ayala-Dip, El País.

Bibliografia

Este relato, crónica de la vida de Fonsi Trebi, un escritor gay nacido a principios de la década de los sesenta, es como una cámara del tiempo por la que transcurren casi cincuenta años a caballo entre dos siglos: el sida, el amor, cierta amistad, fundida en una suerte de paternidad foucaultiana, y sobre todo el mundo de la literatura, en esa mítica Barcelona de los escritores, editores y agentes, que parece agonizar sin remedio, pero no tanto como para que no siga sonando, fuerte y clara, la imperecedera voz de los escritores muertos.

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Novela

Este relato, crónica de la vida de Fonsi Trebi, un escritor gay nacido a principios de la década de los sesenta, es como una cámara del tiempo por la que transcurren casi cincuenta años a caballo entre dos siglos: el sida, el amor, cierta amistad, fundida en una suerte de paternidad foucaultiana, y sobre todo el mundo de la literatura, en esa mítica Barcelona de los escritores, editores y agentes, que parece agonizar sin remedio, pero no tanto como para que no siga sonando, fuerte y clara, la imperecedera voz de los escritores muertos. Es esta una novela intensamente francófila y de múltiples facetas que se despliegan a la manera de un juego secreto, para terminar erigiéndose en homenaje a Hervé Guibert, el inolvidable apóstol de la autoficción, de legendaria belleza, que, casi treinta años después de su muerte, mantiene intacto su misterioso e inagotable poder de seducción.

Gracia Durán, una oscura y solitaria compositora de música clásica cuyo amante acaba de morir, recibe una misteriosa llamada en mitad de la noche, a consecuencia de la cual acudirá a una extraña cita en las afueras de Barcelona y tendrá un primer encuentro tan imprevisible como espeluznante. Después de eso, ya nada volverá a ser lo mismo para nadie. De pronto, en la insidiosa oscuridad de una noche de tormenta, ha dado comienzo una siniestra cuenta atrás para toda la humanidad. Una incursión en el universo de la ciencia ficción.

La desagradable circunstancia de haber compartido una misma amante da lugar a que Máximo Artó y Levita Boser, dos escritores de mediana edad y buenos amigos, intercambien durante unos cuantos días un cierto número de emails: verdaderas cartas, largas y profundas, en las que, al tiempo que rememoran -y descubren- los hechos de su propia historia sentimental, analizan los ejes morales del siglo XX. En Carta con diez años de retraso la dialéctica entre lo femenino y lo masculino resulta totalmente explícita puesto que los protagonistas se dirigen el uno al otro, pese a lo cual ninguno de ellos llega a alzarse con la victoria: en efecto, la partida termina en tablas, de tal manera que, a la postre, el único ganador es la verdad.

Simón de Sales y Teresa Pascual, un matrimonio de mediana edad a punto de ser desahuciado de su casa, repasan alternativamente los acontecimientos de su vida en común en el transcurso de una crónica a dos voces sobre la verdadera naturaleza del amor adulto que, al propio tiempo, también define la oposición entre lo masculino y lo femenino sin maniqueísmos ni beligerancias ramplonas, en un plano que persigue una auténtica igualación de rangos intelectuales y morales entre ambos contendientes, que se ignoran mutuamente en sus respectivas crónicas y que nunca llegan a dirigirse el uno al otro, de tal forma que la dialéctica en pos de la verdad, aunque resulte muy explícita, en realidad la pone el lector.

Mi querido Sebastián consiste en una larga carta que Guillermo India dirige a un viejo amigo del que siempre estuvo secretamente enamorado y con la que intenta justificarse ante él por la relación sentimental que mantiene con su propia hija: se trata de una crónica de dos momentos de nuestra historia reciente – uno en la década de los cincuenta y otro en la de los setenta - que, más allá de los propósitos del narrador, termina poniendo de manifiesto la cantidad ingente de sufrimiento inútil – e incluso de desorden y perversidad - que comporta la represión de la homosexualidad, y no sólo para los propios homosexuales sino también para cuantos les rodean.

Relatos

Incluido en el libro Barcelona, un día, de relatos de varios autores sobre la ciudad de Barcelona.

Prémios

  • 1992 - Finalista del Premio Herralde de novela con Mi querido Sebastián.